Cuando llevaba poco tiempo con la digital, allá por 2004, yo pensaba que era un experto fotógrafo, pero un novato tecnológico. Desde luego, el mundo de la fotografía digital era totalmente desconocido para mí, y he tardado mucho en empezar a controlarlo. Y viendo las fotos, ahora compruebo que de experto, nada de nada. En estos 15 años, obviamente he mejorado, pero es curioso que según pasa el tiempo, creo que cada vez me falta más por aprender.
Lejos de desanimarme por ello, me lo tomo como un reto, una oportunidad de mejorar, de divertirme aprendiendo, de superar las dificultades. Creo que lo interesante de la vida es precisamente marcarse objetivos y luchar para conseguirlos.
Hace 15 años hice una de mis primeras sesiones de estudio con mis amigos de internet, con una modelo a la que no conocía, una tipa rara, con rastas y tatuajes que, la verdad, pensaba no volvería a ver nunca más.
A Guada, aquella modelo tan peculiar, volví a verla. Unas cuantas veces. De hecho, se convirtió en mi musa.
Ahora he vuelto a procesar alguna de aquellas instantáneas.
5 comentarios:
Si vieras la carta que se me ha puesto al ver estás fotos...
No se qué les has hecho. La cuestión es que están fenomenal.
Me gustan un montón. Además de la sorpresa que me has dado.
Por mi parte te doy las gracias por haberte puesto a trabajar de nuevo con estas fotos.
Me ha resultado muy agradable ver nuevamente a Guada.
Está muy guapa.
La mayoría ni siquiera fueron seleccionadas en su día. Y las demás, simplemente las he procesado de nuevo (es que por aquel entonces no tenía ni idea del procesado digital y los medios eran muy diferentes a los actuales).
Un abrazo, Javier, gracias por pasarte.
Ohhh como hemos cambiaaaaadooo que lejos ha quedado aquella amistaaaaaad!!!! Ha durado 16 años y pasarán muchos años mas hasta nuestra última sesion juntos. Me imagino tomada de la mano de mi genio como toda musa que se precie, y apoyada en un bastón mientras me siento en un rincón perfectamente iluminado, la magia volará por encima de tu cámara y de nuestras cabezas y ese hilo invisible volverá a brillar por última vez, pero una vez sempiterna como todos y cada uno los los instantes capturados.
Nunca sabré agradecerte la manera tan profesional, elegante y apasionada en la que has trabajado conmigo. Ni el talento que he podido derramar sin miedo ni prejuicio alguno gracias a todo ello.
Manuel, señor y mirada.
Jopé, Guada. Me has hecho llorar. Tendría que haber escrito algo más bonito y emotivo. Ahora leo lo que he escrito y me parece súper frío y soso. Pero bueno, creo que me conoces y sabes lo que significas para mí, y lo que siento por ti. No sólo me has dado tu amistad, me has dado el relleno para mi sensor. Has cubierto de hermosos puntitos de colores la pantalla de mi ordenador. Me has dado un montón de emociones mágicas, risas y llantos, con las que componer mis encuadres. Le has dado un poquito de sentido a mi vida. Así que, sí, yo también espero volver a verte por el agujerito de mi cámara muchas veces más. Y no me importa si estas gorda, o vieja, mientras seas tú y sigas dándome tus miradas, tus risas, tus locuras y tus llantos.
Afuuuu que bonico que eres. Tú no necesitas palabras ya lo dices todo con más que palabras...
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