El desafío

El jardinero del complejo Portomar en Oropesa es un artista. Cada año me doy un paseo por los jardines que este hombre crea y mima y siempre disfruto de su arte. Es una pena que no se me dé demasiado bien esto del macro, porque ahí hay muchas oportunidades de conseguir buenas fotografías.

Como este año sólo he ido unos pocos días, no me he llevado demasiado equipo: la cámara, el 24-105, el 70-200 y el 100 macro. Ni el flash, ni el trípode, ni nada más. Y claro, ya sabéis que para hacer buenos macros hace falta por lo menos, buena luz.



Aquel abejorro me desafió. Revoloteaba a mi alrededor y creo que pude escuchar un "anda... a ver si me pillas...". Era tarde, y estaba a la sombra. Poca luz para macros. En los primeros disparos ni siquiera conseguía que saliera en el encuadre.

El abejorro murmuraba: "je je je... como no seas más rápido..."

Seguí disparando. "¡Te pillaré!", pensaba, aguantando la respiración para evitar los movimientos de la cámara. Cuando le cazaba en cuadro, salía desenfocado, o de espaldas, o detrás de una hoja, o movido...

Bueno, no tengo prisa. Ni nada que perder, salvo el tiempo y la paciencia, claro...

Click, click, click, click, click, click... ¡Te pillé! A ver... Bueno, parece que está enfocado, ya veremos, el visor de la cámara no da para más.

Bueno, no está perfectamente nítido, las alas apenas se aprecian... no es una gran foto... Pero le cacé.

:-)

Canon EOS 5D mark II
Canon EF 100 macro 2.8
1/80 f:2.8 250 ASA