Hola, amigos. Ya estoy de nuevo en casa. Aún con molestias en la espalda, pero contento con las vacaciones y satisfecho con las fotos que he hecho estos días.
Las últimas fueron en Vejer, un pueblo precioso, con ese encanto de lo típico andaluz y sus gentes maravillosas.
Paco estaba sentado en el umbral de la puerta de su casa y al verme con la cámara me invitó a fotografiarle con su guitarra. Mientras tocaba una pieza de flamenco, le fotografié. Luego dejé la cámara y le escuché.
Un buen tipo.
2 comentarios:
La gama extraordinaria, la expresión perfecta, en fin una mas de tus grandes fotografías.
El blanco y negro de lujo, en la composicion echo en falta el clavijero.
Lo que mas me gusta es que la guitarra en ese estado, cuenta casi tantas historias como la piel del que la toca. Un saludo.
Publicar un comentario