25 de marzo de 2007
Pureza
Siempre me han gustado los niños. Me fascina su pureza, su inocencia, su transparencia, su capacidad de aprender, de sorprenderse, de percepción de las cosas, su alegría, su llanto...
Todo eso es fotografiable. Cuando captas un sentimiento de un niño en una fotografía, es conservar todo eso, y transmitirlo. Es volver a la inocencia, es purificarse, volver un poco a ser niños.
Esta foto la hice en Genalguacil, un pueblo de Málaga. Un robado de esos que se hacen sin mirar por el visor, porque es la única manera de no romper el momento mágico, aun con el riesgo de no acertar con el encuadre o con el enfoque, pero que al final casi siempre merece la pena.
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2 comentarios:
Sigue robando imágenes que nos llenen de buena sintonía a cualquier hora del día. Te he encontrado por casualidad y me has dado una dosis de ilusión con esa foto tan estupenda. Volveré!
Gran foto Manuel. Nada mejor tras llegar a casa de tomar unas copas con unos compañeros que encontrarse con un comentario tuyo en el blog y una pequeña obra maestra de foto en el tuyo.
Ve eligiendo marca de cerveza ;o)
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